El taller de danza latinoamericana en el establecimiento educativo es de gran importancia, ya que ofrece múltiples beneficios para el desarrollo integral de las estudiantes. Este tipo de danza, rica en diversidad y tradición, permite a las estudiantes conectarse con sus raíces culturales y apreciar la variedad de expresiones artísticas de América Latina.
A nivel físico, la danza latinoamericana mejora la coordinación, la flexibilidad y la resistencia cardiovascular, contribuyendo a un estilo de vida saludable. Las dinámicas y variadas coreografías también fomentan la disciplina y la memoria, ya que las estudiantes deben aprender y recordar secuencias de movimientos complejas.
En el ámbito emocional y social, la danza ofrece una vía para la expresión personal y la liberación de emociones, lo cual es fundamental para el bienestar mental. Además, participar en un taller de danza fortalece el sentido de comunidad y trabajo en equipo, ya que muchas danzas se ejecutan en pareja o en grupo, promoviendo la colaboración y la confianza mutua.
El taller también enriquece el conocimiento cultural de las estudiantes, exponiéndolas a diferentes ritmos, estilos y tradiciones de países latinoamericanos. Esto no solo amplía su perspectiva cultural, sino que también fomenta el respeto y la valoración de la diversidad.